Día 3: Formaliza tu proyecto y prepárate para operar de forma continua
- The Kitxens Team
- hace 3 días
- 3 Min. de lectura

En los primeros dos días te enfocaste en definir, probar y ajustar tu propuesta gastronómica. Has hecho lo que muchos no logran: salir al mundo y escuchar. Pero una buena idea, validada y ajustada, todavía no es un negocio. Ahora empieza la fase de formalización y estructuración.
El Día 3 es crucial. Aquí se toman decisiones que afectan no solo tu cocina, sino tu capacidad legal, financiera y operativa para crecer con seguridad. Es momento de que tu restaurante —aunque aún sea pequeño— comience a actuar como una empresa.
1. Escoge tu camino operativo: ¿Dónde vas a cocinar?
Hasta ahora has probado desde tu casa, una cocina prestada o un formato temporal. Si quieres dar continuidad y escalar de forma ordenada, necesitas elegir un entorno de trabajo profesional y legal.
Opciones comunes:
Cocinas compartidas (cloud kitchens): ideales para delivery, bajos costos fijos, sin atención al público.
Comisariatos o dark kitchens: operaciones industriales para marcas virtuales o múltiples conceptos.
Food courts o espacios con renta por horas/días: más visibles, permiten contacto directo con el cliente.
Locales pequeños o subarriendos parciales: si ya tienes validación fuerte y recursos iniciales.
Evalúa disponibilidad, precios, normativas locales, y si el espacio está habilitado con permisos sanitarios vigentes.
2. Inicia el proceso legal: licencias, permisos y estructura fiscal
Un MVP puede funcionar informalmente, pero una operación continua exige cumplir con la ley. Este paso depende del país o ciudad donde operes, pero hay ciertos puntos comunes:
Documentación básica a considerar:
Registro de nombre comercial y marca
Constitución legal (persona natural con giro comercial o empresa)
Licencia de funcionamiento municipal
Permiso sanitario / manipulación de alimentos
Seguros (responsabilidad civil, accidentes, equipo)
Inscripción en el régimen fiscal (IVA, impuestos locales)
Tip: Consulta con un contador especializado en negocios gastronómicos para elegir la figura más conveniente según tu proyección de ingresos.
3. Organiza tus flujos de trabajo (operación mínima continua)
Pasar de una prueba puntual a operar semanalmente implica estructurar:
Procesos de producción: ¿Quién hace qué y cuándo?
Control de inventarios y compras: reduce mermas y organiza proveedores.
Logística de entrega o atención: ¿entregas propias, pick-up o apps?
Higiene, limpieza y sanitización: con checklists diarios.
Gestión de pedidos: vía WhatsApp, sistemas POS o plataformas integradas.
Herramientas útiles: Trello (gestión operativa), Notion (manuales y checklists), Google Sheets (inventarios y costos), Square o Poster (POS económicos).
4. Crea una imagen coherente en todos los canales
Aunque aún no tengas un local físico, necesitas consolidar una presencia digital sólida que comunique consistencia:
Nombre registrado y dominio web activo
Perfil de Instagram/TikTok profesional
Página de pedidos (WhatsApp Business, Linktree, Shopify o Menufy)
Identidad gráfica coherente (Canva es ideal si aún no contratas diseñador)
Storytelling claro: ¿por qué lo haces?, ¿qué te inspira?, ¿qué hace único tu producto?
Los clientes no solo compran sabor, compran historia. No dejes tu comunicación al azar.
5. Calcula tus necesidades financieras para operar 90 días
Ahora sí: debes saber cuánto cuesta funcionar de manera continua. Este cálculo básico te dará una visión clara de lo que necesitas invertir o generar para sostenerte mientras creces.
Incluye:
Renta de cocina / local.
Insumos e ingredientes.
Sueldos, si tienes apoyo.
Embalaje y materiales.
Costos de delivery o comisiones.
Publicidad y marketing.
Fondos de contingencia
Consejo: Crea una hoja de cálculo con proyección de ventas vs. costos para 3 meses. Esto te ayudará a saber cuánto necesitas vender por día y si ya es momento de buscar financiamiento o socios.
6. Evalúa si necesitas apoyo externo: socios, créditos o alianzas
Muchos emprendedores llegan a este punto con una buena idea, buen producto y validación, pero sin los recursos para crecer. Aquí es donde debes evaluar:
¿Busco un socio estratégico (alguien que aporte capital o know-how)?
¿Aplico a una incubadora o fondo de emprendimiento gastronómico?
¿Pido un microcrédito o apoyo familiar con plan de retorno?
¿Lanzo una preventa o crowdfunding local?
Hazlo solo si tienes métricas claras, un modelo afinado y un mensaje sólido.
Conclusión: Día 3 es cuando te conviertes en negocio
Hasta aquí eras una idea validada. Desde ahora, eres una empresa en marcha. El Día 3 es el día en que formalizas tu visión, pones orden en la cocina, en los papeles y en los procesos. Es el inicio de tu etapa como emprendedor profesional.
No necesitas tener todo resuelto, pero sí necesitas estar estructurado para avanzar con confianza.
La diferencia entre un restaurante que dura 6 meses y uno que construye legado, muchas veces, está en las decisiones que se toman en este punto.