Día 2: Ajustar, Iterar y Prepararse para Escalar
- The Kitxens Team
- hace 5 días
- 3 Min. de lectura

Superaste el Día 0, donde convertiste tu idea en un concepto definido. Navegaste el Día 1, donde cocinaste, probaste, observaste y escuchaste. Hoy es el Día 2: el momento de reflexionar con franqueza, tomar decisiones difíciles y preparar el camino para lo que viene.
El Día 2 no se trata de crecer. Se trata de mejorar con intención. De volver a la cocina —no sólo a ajustar recetas, sino a afinar tu modelo. Porque en el negocio gastronómico, los pequeños cambios estratégicos a tiempo marcan la diferencia entre un buen plato y una marca exitosa.
1. Analiza tus datos y el feedback recibido
Tu MVP no fue solo una prueba de cocina. Fue una fuente de información valiosa. Hoy toca sentarse con calma y analizar:
Preguntas clave:
¿Cuáles fueron los platos más pedidos? ¿Por qué?
¿Qué comentarios positivos se repitieron? (ej. “¡el sabor está increíble!”, “muy original”, “me encantó el empaque”)
¿Qué críticas constructivas aparecieron con frecuencia? (ej. “muy salado”, “se enfrió rápido”, “difícil de comer”)
¿Qué dificultades enfrentaste en la operación (tiempo, empaque, entregas, compras)?
¿Cuál fue tu margen real por cada unidad vendida?
Consejo práctico: Usa una hoja de cálculo para organizar el feedback por categoría: sabor, presentación, tiempos, experiencia del cliente y empaque.
2. Afina tu menú y tu operación mínima
Con los datos en mano, es momento de hacer ajustes reales. No te encariñes con los platos que no funcionaron. Si un ítem no convenció al cliente o complicó tu producción, considera pausarlo o reformularlo.
Acciones recomendadas:
Elimina lo que no vendió o generó quejas.
Refuerza tus “platos estrella”.
Ajusta preparaciones complicadas o lentas.
Reduce ingredientes si puedes reutilizar más de uno.
Mejora técnicas de emplatado o entrega.
Tu objetivo es lograr consistencia, rentabilidad y claridad de identidad.
3. Recalcula tus precios y márgenes
¿Tus precios actuales cubren realmente tus costos? ¿Tu margen te permite crecer?
Evalúa:
Costo total por plato (ingredientes + empaques + delivery si aplica)
Tiempo de preparación por plato (¿puedes escalar esto?)
Costo de oportunidad (¿qué te cuesta hacer un plato que se vende poco?)
Idealmente, tus platos deben generar un margen del 65-70% sobre el costo directo. Si no lo estás logrando, ajusta.
Consejo rápido: Usa la regla de “precio final ≈ 3 veces el costo de ingredientes” como referencia inicial.
4. Optimiza tu branding y tu voz de marca
Tu MVP también te permitió ver si tu marca comunica bien lo que eres.
Hazte estas preguntas:
¿La gente entendió tu concepto desde el primer vistazo?
¿Tu presentación visual (menús, stickers, redes) se ve profesional?
¿Tu storytelling conecta emocionalmente con tu audiencia?
¿Recibiste preguntas sobre tu origen, propósito o menú?
Si algo genera confusión, rediseña o simplifica. Puedes usar herramientas como Canva, Notion o Figma para ajustar tus visuales sin necesidad de un diseñador profesional en esta etapa.
Recuerda: Tu marca no es tu logo, es la experiencia completa que la gente recuerda.
5. Evalúa si estás listo para escalar… o repetir
Después de afinar tu MVR, puedes plantearte dos caminos:
Opción A: Repetir una segunda ronda de prueba
Con platos nuevos ajustados.
Con precios revisados.
Con branding mejorado.
En otro formato (si probaste pop-up, intenta delivery)
Opción B: Iniciar una búsqueda de espacio (cocina compartida, food court, incubadora gastronómica)
Sea cual sea tu decisión, hazla con base en datos. No te apresures a abrir un local sin haber validado tu concepto por lo menos dos veces.
6. Documenta tus aprendizajes y tus próximos pasos
No basta con tener buenas ideas: hay que sistematizarlas. Crea un archivo vivo donde documentes:
Lo que funcionó y lo que no
Tus nuevos márgenes
Qué tipo de cliente te está comprando
Qué necesitas aprender o mejorar (marketing, empaque, operaciones)
Cuáles son tus objetivos para los próximos 30 días
Este documento se convertirá en la base de tu pitch para inversionistas, socios o aceleradoras gastronómicas.
Conclusión: Día 2 es el día del ajuste consciente
Hoy no estás improvisando. Estás afinando tu afinación. Cada decisión que tomes ahora tendrá efecto multiplicador en el futuro.
Día 2 no es glamuroso. No hay inauguraciones ni likes. Pero es el día en que dejas de ser un experimento... y te conviertes en una propuesta sólida.
Y si tienes la humildad para ajustar y la disciplina para seguir iterando, estás a un paso más cerca de construir algo que dure.
Checklist Día 2:
Analiza los datos de ventas, feedback y operatividad.
Ajusta tu menú y elimina platos ineficientes.
Recalcula precios, margen y tiempos.
Mejora tu empaque, marca y comunicación.
Evalúa si repites tu MVP o das el siguiente paso.
Documenta aprendizajes, cambios y próximos objetivos.
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